Historias Marineras
Moraira – Isla Grosa – Ibiza…300 millas con tres tripulantes (23/01/09).
Antonio, el patrón, ya me había comentado sobre la regata; me dijo que era la más dura del Mediterráneo, no solamente por la fecha y el frió, sino porque al ser a tres los tripulantes tienen que rendir al máximo. Preparó turnos de dos horas, es decir, el que subía de descansar en la litera tomaba el timón, el caña pasaba a la bañera para trimar velas y atender al timonel y el que había estado en bañera pasaba a descansar a litera.
Los dos que estaban en cubierta siempre con el arnés puesto y enganchados a la línea de vida.
La regata comenzó el miércoles a las 12 de la mañana con un sol espléndido y 12 nudos de poniente. La boya de desmarque la pasamos en el puesto 11 y sin prisas, púes quedaban muchas millas por delante. Hacia las dos de la tarde empezó a encalmarse el viento llegando a estar completamente parados a la altura de Villajollosa. El patrón tenía dos estrategias; poner rumbo a mar o seguir por la costa perdiendo el rumbo directo. Nosotros pusimos rumbo a mar. A pesar de haber adelantado cinco puestos antes de tomar ésta decisión, la estrategia nos falló y todos los barcos pequeños por la costa nos adelantaron. Pasábamos el control de Isla Grosa en la posición nueve pero con tres horas de retraso respecto al primero, hora 23,30.
A cuatro millas de Isla Grosa, Antonio se fue abajo y a mí me puso al timón; poco a poco empezó a levantarse mar y el viento a soplar con fuerza del SW, entrando por la aleta de babor y la mar por la aleta de estribor; el timón empezaba a tirar con fuerza y no había pasado una hora cuando TRASLUCHÉ, lo peor que le puede ocurrir a un caña en un momento así. Antonio subió de abajo como un cohete y soluciono el problema, menos mal que no rompí nada , pero podía haber sido fatal.
Seguimos navegando y hacia las dos del medio día del jueves; yo tenía el estómago machacado, Jorge se había pegado un golpe contra la mesa de cartas, el mar de aleta fuerza 7 y con una demora de 30 millas a Formentera y 30 millas a Dénia y el puesto numero 11, según un SMS recibido por Antonio, decidimos abandonar la regata y poner rumbo a Dénia.
La vuelta de película, fuerza 8, fuerte marejada, la mar completamente blanca, rachas de 37 a 40 kts y en rabiosa ceñida .
Llegamos a Dénia a las 8 de la tarde sanos y salvos y lloviendo.
Si en lugar de ir en el SELENE el grumete Manolo, hubiera ido un tripulante con experiencia , seguro que Antonio no hubiera abandonado.
Un saludo : Manolo Trueba.
La ruta: https://www.atposition.com/moraira/
Heei Manolo!!
No se si te acordarás de mi.
Navegué contigo en un curso en Denia con Carlos hace unos meses.
Desde luego tío … contigo la aventura está garantizada.
Eres un campeón.
Un abrazo.
Ramón Z.