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La rosa de los vientos marca el destino hacia este nuevo horizonte, las Islas de Columbretes.

La ruta: Burriana  (Castellón) – Islas Columbretes. 30 millas por delante y muchas ganas de descubrir que es lo que hace tan especial a estas islas de origen volcánico.

Zarpamos dos barcos el sábado por la mañana para llegar a la hora de comer… viento, viento, viento ¿?. No tenemos viento.

Un enorme anticiclón está metido provocando un tiempo de primavera, por lo que caen nuestros planes y estrategias de alcanzar este nuevo horizonte a vela.

Desanimados por el viento, pero dispuestos a seguir nuestro rumbo y alcanzar nuestro destino, oímos un aviso del barco que va en proa… DELFINES!!! .

Una manada de delfines mulares se acercan y nos hacen compañía… pero cuantos son?? No se pueden contar… adultos y crías forman una gran familia que estuvo jugando con nuestras proas casi 10 minutos.

Nada más dejar a nuestros compañeros de viaje, algo ocurre… VIENTO!!!. Los delfines nos han dejado un regalo?. Tenemos 10kts … que maravilla. Nos da para llegar a Isla Grossa a vela las últimas 8 millas y pernoctar a bordo en su refugio.

aaaa

La isla está vacía… increíble su visión,  solo llega un velero detrás nuestro… podemos elegir boya al amparo de las estrellas y seguir disfrutando.

Al día siguiente hacemos una visita guiada con uno de sus fieles cuidadores, Vicente… 16 años trabajando en la isla, estudiando su fauna, su vegetación, contribuyendo con su estudio y esfuerzo a mantener otro paraíso natural. Paseando y contemplando, comienza con unas notas de historia para continuar narrando el trabajo que hacen allí y los animales que estudian, siguen, protegen y ayudan a evitar su extinción.

Un de las mejores notas de la visita, sin duda fue ver que Vicente está disfrutando al hilo de su explicación, le gusta lo que hace, vive y cree en su trabajo y nuestra suerte, es que lo transmite. Gracias Vicente.