Un sábado cualquiera de un noviembre cualquiera
Una historia real
A veces nos preguntamos ¿qué es lo que da sentido a la vida?, y la respuesta es tan compleja como personal.Caminando por la playa “Les Deveses”, un sábado cualquiera de un noviembre cualquiera, me encuentro a Pepito “el pescador”.
Regresa del mar, tras una larga jornada de pesca que comenzó como cada mañana a las 07:00h. Son las 13:30h, vuelve contento, “ha sido un buen día!” asegura, trae una tinaja llena de pulpos y una sepia.
Con dificultad empuja su barca hacia la arena haciéndola rodar con la única ayuda de dos defensas. No sin reticencias me deja ayudarlo.
Se declara artista de corazón, “¡pues eso se lleva dentro!” me dice, cantante y compositor, aunque celoso de sus letras pues no las comparte salvo cuando es él quien las canta y por ello, no duda en demostrarme sus dotes en la canción y en el baile con su personal alegría.
Si si, ahí mismo, en la playa, se marca un pasodoble de los que quitan el hipo. De nuevo, me vuelve a dejar sin palabras su vitalidad.
Su vida es el mar, y no podría vivir sin él. “Una vez intentaron quitarme todo esto, lo que más quiero, intentaron prohibirme pescar!” Me cuenta apenado. Sus vivos ojos le delatan.
Y eso? Le pregunto.
Las autoridades querían limitar la pesca cerca de las playas y vinieron a por mí, después de intentarlo de todas las formas posibles y no siempre las más adecuadas, seguían prohibiéndomelo! así que concedí una entrevista a Marina 8, Canal 32 (ya no existe nos aclara, pero antes era muy famoso) y hablamos largo y tendido de mi experiencia y mi vida, a raíz de entonces decidieron que Pepito, podría pescar siempre que quisiera en sus playas. Una gran sonrisa esboza en su cara curtida por el viento y el sol.
No me extraña nada la reacción de las autoridades, solo hay que oírle hablar de su gran pasión y su gran respeto y devoción por todo lo que al mar rodea.
“Si a uno le quitan lo que más quiere en la vida, muere. Es como si a un padre le arrebatan a su hijo” me dice. Yo no estaría aquí si hubiesen tomado aquella drástica decisión.
Qué gran verdad!
Con sus palabras, con su expresión, con su alegría, Pepito me da una gran lección de vida, y dio sentido a ese sábado cualquiera de un noviembre cualquiera. Cada uno tiene su lucha, y lucha por buscar su camino y felicidad, lo difícil es encontrar ese camino, si lo tenéis, aferraros a él y defendedlo.
“Al mar hay que respetarlo, quererlo, entenderlo y él, te devuelve todo y mucho más, a mi me da la vida” dice, “es duro y caprichoso, no te puedes confiar, pero nada es fácil”.
“A mí me ha dado tanto….por eso lo cuido, por eso lo quiero y le dedico muchas canciones sabes?….escucha”…y vuelve a cantarme, títulos como “Caracola del mar” “La playa Les Deveses” y alguna otra
Cada uno sabe lo que siente y siente como es feliz. Pepito lo aprendió hace mucho tiempo.
El mar, ese gran desconocido, su inmensidad, su atractivo, su fuerza, su carácter….
Me quedo con la sencillez de este gran pescador, con su alegría y su vivacidad.
Este verano, iré a verle cantar y bailar, pues así me lo ofrece e invita, me debes un baile! me dice. Con suerte, volveré a disfrutar y aprender con él en otra gran conversación.
Buscar aquello que os hace sentir vivos y entre todos, respetemos y cuidemos el mar. Solo así podremos seguir disfrutándolo.
Que tengáis un buen día marineros!
VelasyViento, disfruta del mar